Las dos ligas del podcasting en España.
Está claro que este año 2022 se está viendo como dos “ligas dentro del podcasting”.
Por un lado están los que vienen de la mano de grandes producciones o financiadas por plataformas con un fuerte músculo financiero.
También pueden ser podcast que ya han pasado del formato audio a la televisión, a eventos físicos etc. como el caso de “Estirando el Chicle” que ya se ha convertido en un fenómeno de masas; o Mi año favorito de la mano de Dani Rovira y Arturo González Campos; o el de Cristina Mitre donde ya van a comenzar a realizar sus propios bolos en ciudades como Madrid o Bilbao; o Entiende tu Mente, que lleva ya dos años realizando eventos físicos para sus seguidores.
Es decir, que el podcast es capaz de demostrar el poder que tiene para movilizar a cientos de miles de personas, que la voz puede ser la protagonista por encima de lo visual, algo inaudito hace poco tiempo.
Todos estos ejemplos y muchos otros los pondríamos en la liga de las “estrellas del podcasting”, y damos por hecho que el dinero aquí no falta, puesto que es una apuesta segura. Pero, ¿existe posibilidad de vivir del podcast en otros entornos más íntimos, independientes? Pues sí y no… sí, porque también existen muchos ejemplos de ello como puede ser mixx.io, podcast de tecnología, o Kaizen, podcast de economía o podcast del sentido de la birra, el podcast etc., podría enumerar a muchos y sí, podemos decir que hay un porcentaje de podcast que si viven “exclusivamente” de su podcast, pero la inmensa mayoría, digamos que el 90% del resto de los podcasts independientes siguen siendo creaciones altruistas que se producen por el deseo de compartir su pasión, con comunidades limitadas pero no poco numerosas aunque son las que menos.
En cada producción de un podcast hay muchísimo esfuerzo y ganas de hacer las cosas y que están dispuestos a buscar formas de monetizarlo y en este terreno tanto las propias plataformas de hosting como empresas independientes como VoiceUp les ayudamos a monetizar sus contenidos desde la independencia y libertad siempre preservando su contenido y condiciones, teniendo en cuenta que la mayoría de los creadores no se pusieron delante de un micrófono esperando a que alguien les pagara por crear su contenido.